nieve en las montañas

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Paisaje calmo

domingo, 24 de mayo de 2015

EL JUICIO FINAL



Tardará tanto que puede que no llegue nunca.
No se trata de asimilarlo con la muerte que a todos nos visita.
El juicio siempre es la esperanza del ofendido, la confianza de ser redimidos del oprobio y del abuso y en eso no hay prescripción de la fechoría.
Ese juicio categórico y definitivo que esperan los pobres de hoy para sus hijos...” aquellos que heredarán la tierra “ no llegará para colmar sus ansias de justicia.
No existe por ello perdón antes del Juicio final.
Para la Iglesia será el momento en que todos los hechos de los hombres serán puestos en la balanza al final de los tiempos, en un “no tiempo” en un “ no espacio”  en un “ jamás” ya que nadie aventura cuando será el fin de los días, salvo los cosmólogos y estos dicen que nos queda cuerda para rato.
Tanta cuerda queda y tanto rato que las leyes de los hombres no pueden hacer más con algunos que contemplar la caducidad de pedir cuentas.
Así el juicio se convierte en salvación. El dolor en injusticia. El temor en risa.
En el paréntesis viven los hombres que saben que tampoco después de los corchetes la tierra será un  paraíso.
No importa el paradigma, solo el olvido.
No importa el daño, solo precisa de una buena cantidad de tiempo.
Pero la historia no caduca, como mucho se reescribe y los mamporreros que se ocupan en preñarla inventan vagos designios para ella. No pretenden borrar las huellas de los canallas que pagan sus panegíricos, solo pretenden que el juicio se posponga a un tiempo en el que parezca que los daños del horror no se contemplen y que ellos no son sus legatarios.
Son siempre los herederos de Caín.
Abel no tiene voz, solo silencio.
El viento lleva el mensaje del crimen en todo tiempo y en todo lugar en el que existen hombres que guardan la memoria de los canallas.
La muerte ya les llegó pero no la justicia.
El recuerdo es el que nos advierte de la saña y desvergüenza de los miserables de otros tiempos.
Por eso los hechos conviene recordarlos, para que la historia no se repita.

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